En uno de los cursos de formación del año 2011, el responsable del departamento de formación de SECURITAS ESPAÑA que vino a saludarnos a la academia, explicaba a los alumnos presentes, todos ellos trabajadores de Securitas en Sevilla, la diferencia que suponía trabajar para una gran compañía como Securitas, que podía presumir de "marcar la diferencia" en ciertos aspectos estructurales y laborales con respecto a la mayoría de las empresas que operan en el sector... y no tenía reparos en señalar, uno a uno, los valores que son seña y referencia de la compañía:
"los valores centrales de Securitas -decía- se pueden resumir en tres palabras: Integridad, Eficacia y Servicio. Estos conceptos deben servir de orientación a todos nuestros empleados y directivos en el fomento de la confianza con los clientes, con compañeros y con la comunidad que nos rodea, del mismo modo que deben regir las relaciones empresa-trabajador..."
Y esto viene a cuenta porque, hace unos días los empleados de Securitas nos hemos llevado un chasco al abrir el sobre con la nómina de Enero. Efectivamente, nuestra empresa -como el resto de compañías que operan en el sector- ha decidido no aplicar la subida salarial correspondiente al año 2012 prevista en el convenio colectivo 2009-2012, a pesar de que en su Artículo 73 recoge que "para realizar los incrementos previstos, ambas partes acuerdan reunirse a través de la Comisión Paritaria de Seguimiento del Convenio, tan pronto sea conocido el IPC real correspondiente a 2011 para determinar las retribuciones del 2012, así como la distribución y confección de las tablas salariales...".
A la altura que estamos, y a pesar de conocerse sobradamente el IPC real de 2011, la Comisión Paritaria no ha dado todavía a conocer acuerdo alguno sobre dichas retribuciones. Todo esto después de haber soportado los trabajadores de la seguridad privada varios años de congelación salarial. El motivo por el cual nos encontramos en este momento de "parálisis" es claro: APROSER podría haber decidido por su cuenta y riesgo (todavía no sabemos si tiene o no el apoyo de la parte social) no acatar lo recogido en Convenio, acogidos a unas presuntas pérdidas empresariales. Efectivamente, Securitas sigue "al dictado" las indicaciones que vienen de su asociación empresarial y, de momento, no aplica lo ya pactado, obligando a sus trabajadores a empezar a plantearse el judicializar esta cuestión si quieren cobrar la subida prevista del 4,4 %, aunque sea a largo plazo.
Es decir, por explicarlo llanamente para que todos nos entendamos: Ellos rompen las reglas pactadas porque no les vienen bien y obligan al trabajador a tomar un posición incómoda y forzada: denunciar a su empresa si quiere cobrar lo que le corresponde. ¿A que altura quedan los principios y valores de SECURITAS, si no son capaces de mantener la palabra que se da cuando se firma un acuerdo colectivo...? Muchos pueden pensar -y con toda la razón del mundo- que estos conceptos acaban por convertirse en "papel mojado". Amigos y Amigas de trabajo, de lucha y de sufrimiento: luego que no nos vengan los directivos de Madrid a darnos la charla presumiendo de empresa "Clase A" porque la realidad, la dura y triste realidad es que, en este caso,
Es decir, por explicarlo llanamente para que todos nos entendamos: Ellos rompen las reglas pactadas porque no les vienen bien y obligan al trabajador a tomar un posición incómoda y forzada: denunciar a su empresa si quiere cobrar lo que le corresponde. ¿A que altura quedan los principios y valores de SECURITAS, si no son capaces de mantener la palabra que se da cuando se firma un acuerdo colectivo...? Muchos pueden pensar -y con toda la razón del mundo- que estos conceptos acaban por convertirse en "papel mojado". Amigos y Amigas de trabajo, de lucha y de sufrimiento: luego que no nos vengan los directivos de Madrid a darnos la charla presumiendo de empresa "Clase A" porque la realidad, la dura y triste realidad es que, en este caso,
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