El pasado día 30 de noviembre, un vigilante de Securitas destinado en el centro comercial Decathlon de la localidad de Leganés recibió una paliza al finalizar de su jornada laboral. Los hechos se sucedieron cuando esa misma tarde del miércoles, el vigilante de seguridad sorprendió a dos varones, de etnia gitana, llevándose presuntamente objetos de la tienda sin abonar. En un momento dado, la situación se puso muy tensa y el vigilante solicitó el apoyo de los compañeros que custodian el exterior del centro comercial, adjudicada a la empresa Falcon, quienes a su llegada redujeron a los dos hombres, se recuperó la mercancía y se dió aviso al Cuerpo Nacional de Policía quienes se personaron en el lugar. Una vez allí la patrulla policial, los dos hombres fueron denunciados por una falta de hurto.
No es la primera vez que los hechos acaban aquí; los denunciados se marcharon dando un mensaje “Nos vemos a la salida” y así fue cuando horas más tarde, mientras el compañero se disponía a echar los cierres del comercio, llegaron tres furgonetas con 15 varones de etnia gitana en el interior, tras las amenazas e insultos, dos de ellos agredieron al vigilante, llegando a golpearle con una vara de hierro en la cabeza provocándole una herida profunda, teniendo que ser trasladado a un centro hospitalario de la localidad.
SPV vuelve a recomendar a los compañeros que trabajan en el entorno de "centros comerciales" que tras un incidente de este tipo extremen las medidas de seguridad para proteger su integridad física, pues como en el caso que nos ocupa, después de un altercado con personal dedicado a robar en tiendas, siempre suele haber algún tipo de represalia o agresión. Una posible solución es que, si el incidente es grave, lo pongamos en conocimiento de los mandos intermedios de la gerencia o zona a la que pertenezcamos, para ver la posibilidad de que nos den alguna cobertura...
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